lunes, 15 de noviembre de 2010

¡Bogotá Positiva!

Gobierno de la ciudad, Bogotá positiva.

Derrumbe en abril, 1/4 de montaña.

Derrumbe en junio, 1/2 montaña.

Derrumbe en noviembre, toda la montaña.

La carretera a La Calera queda al aire en noviembre.



No quiero parafrasear a García Márquez, pero lo que está pasando es lo más cercano a un desastre anunciado que he conocido: desde hace cuatro años los vecinos de la circunvalar con calle 90, llevamos pidiendo auxilio a distintos estamentos del gobierno local, sin recibir absolutamente ninguna solución respecto a la montaña que se está derrumbando.
Este año hubo derrumbes en enero, en abril, en julio y el último fue antenoche. Tengo el dedo chato de marcar el teléfono para tratar de hablar con alguien que me dé una respuesta sobre qué solución le piensan dar a este problema, pero es literalmente imposible. El único organismo que siempre ha respondido es la Dirección de Prevención y Atención de Emergencias de Bogotá, DEPAE.  15 minutos después de que empiezan a caer los árboles, piedras y tierra, no importa la hora,  llegan los ingenieros de la DEPAE, que instalan su tolda de campaña con planta eléctrica y demás enseres, organizan los buldóceres y organizan la removida del desastre. Los bomberos también llegan, y luego de varias horas ponen una cinta amarilla de plástico prohibiendo el paso, como si eso fuera a detener el derrumbe.
Llevamos tratando que la alcaldía se apersone del asunto pero nada, y nada que al IDU le interesa hacer algo al respecto.
En julio, volví a llamar a la Alcaldía que me mandó a la Alcaldía Menor, que me mandó a que hablara con el coordinador administrativo, que me mandó donde comité local de emergencias. Ninguno sabía nada al respecto. Alguno me dijo que era problema de la Alcaldía de Usaquén, allá me mandaron a la Alcaldía de La Calera, y de allá que llamara al IDU y de allá a la DEPAE. Secretarios, ingenieros, arquitectos y comités de emergencias. Nadie me dio razón.
Entre una cosa y otra, pude averiguar que el problema es que, justo comenzando la vía a La Calera la canaleta de aguas lluvias está rajada desde hace varios años, y cuando llueve, los miles de litros de agua que caen a borbotones se filtran a la montaña causando su desmoronamiento.
 ¡Una canal con grietas era todo el problema!
Uno pensaría que es fácil de solucionar. Pues no. En julio el IDU todavía no había hecho el estudio y parece que, ahora ya lo hizo pero claro, después de cuatro años de filtraciones, la montaña está desliéndose. Ahora la solución ya no es de canaleta, es un problema muchísimo más grave porque es de consolidación, o como le llamen a eso los ingenieros. La cosa es tan grave que un pedazo de la vía a La Calera ya quedó en el aire (ver foto).  
Según parece la obra vale mucho y la alcaldía no quiere meterle la plata a la montaña. Yo me pregunto, ¿cuánto valía la obra cuando el problema era sólo arreglar el sumidero?
P.S. El que quiera averiguar al respecto, la DEPAE tiene toda la historia de este desastre anunciado.

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