martes, 21 de septiembre de 2010

Los falsos amigos de Ingid

Foto de Ruvén Afanador


Voy a medio camino del capítulo que trascribe Semana.com y me han parecido buenísimos los recuerdos de Ingrid Betancourt.
Es una poeta, además de berraca.
Tramposa sí, mentirosa también, pero en realidad lo grave de su libro es que tiene un mal corrector y sobre todo un pésimo traductor. Ella no lo sabe, pero en realidad estos sí son sus falsos amigos.
A continuación trascribo algunas frases del capítulo que me estoy leyendo. Es claro que Ingrid escribió sus recuerdos en francés, pero lamentablemente contrató a un animal para que le tradujera su escrito y a otro más animal de corrector que no se tomó el tiempo en releer con cuidado:

Algo de lo mal traducido:
"...las precauciones que debíamos tomar, los ruidos a evitar..."
"Mi proceder impacientó al guardia. Sin saber si debía prohibirme recuperar aquello que había sido desechado, me ordenó que me apurara y acompañó su orden con un movimiento del fusil..."
"Después de un día particularmente caliente..."
"En mis anteriores intentos..."
"...había aprendido que el mejor momento para escabullirse era la hora del ocaso, aquella cuando los lobos parecen perros..."
" Más ellos tenían a su favor el odio y la presión del grupo.
"...la selva se hizo más familiar..."
"En un mundo donde yo no inspiraba respeto ni admiración, sin la ternura y el afecto de los míos, me sentía envejecer sin apelación..."

Algo de lo poético y bello:
"...Ni un solo trinar de aves ni un solo aleteo. Todos miramos hacia el viento, olfateando la lluvia: el aguacero se acercaba a gran velocidad."
" De vez en cuando, un relámpago atravesaba la espesura de la selva, y me quedaba impresa en la retina la imagen en negativo del campamento..."
"Nada salvo la oscuridad uterina de la brecha..."
" finalmente los colores volvieron a tomar posesión del universo: era el alba"
"En pocos minutos, la selva pasó del azul grisáceo al verde. Debían de ser las cinco de la mañana"
Es imperdonable que Ingrid no haya escrito sus memorias en español, pero ya la conocemos, piensa que si va a ganar un premio, mejor como francesa.
Apuesto a que este será el libro más vendido en la historia de los semáforos de Colombia. Yo lo leeré espero que prestado, tratando de no quedarme varada en la mala traducción.
P.S. ¿Qué tal la maravilla de foto?

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